HISTORIA DE BELMIRA
Sus orígenes datan del año 1659, pero se tiene como fecha de su fundación el año de 1757, fecha de la cual se conoce la llegada al lugar de familias de apellidos Posada, Gutiérrez, Londoño y Villa, en especial don Francisco De Villa. Al descubrir en el área grandes riquezas de oro, trajeron esclavos para explotar esta minería. A este primer grupo se le unirían luego más colonos hasta que la fundación se creció. Todo esto sucedió en las márgenes del Río Chico.
Su erección como municipio data de 1814. El Vicario Superintendente Doctor Lucio de Villa dictó un decreto erigiendo la parroquia, la capilla dedicada a Nuestra Señora del Rosario, en el sitio que hoy ocupa, anteriormente conocido como Petacas. En esta misma fecha, ya el poblado adquirió por mandato de la gobernación la categoría de distrito.
La minería fue el factor determinante de la economía inicial, y hasta muy entrada la segunda mitad del siglo XX; hay datos relativos a que en 1755, en el Real Minas de Nuestra Señora del Rosario de Petacas (hoy Belmira), se explotaban 12 minas utilizando 225 esclavos. Hacia el año de 1890 había en explotación alrededor de 13 minas, y en épocas más recientes 15 de ellas.
Entre los años 1930 y 1965 hubo otra clase de explotación que prosperó, la del carbón y el cascareo. Cuando se agotaron las minas, la economía giró a lo que es en la actualidad: lechera y agrícola.
HISTORIA DE BRISEÑO
Briceño fue fundado en 1884 con el nombre de “Cañaveral”. El nombre de Briceño fue adoptado en homenaje al General José Manuel Briceño, quien en compañía de 5 familias fue fundador de un caserío de quince viviendas aproximadamente en el sitio que hoy es el parque principal del pueblo.
Sólo hasta 1979 los habitantes de Briceño lideran un movimiento encabezado por sus líderes con la finalidad de gestionar ante la Asamblea Departamental, Planeación Departamental y Planeación Nacional, los trámites para que Briceño pudiera separarse del Municipio de Yarumal al cual pertenecía.
Esta primera petición fue negada mediante resolución N° 2508 de noviembre de 1979. Pero en 1980, Planeación Departamental dio concepto favorable ante lo cual, nuevamente se elevó la petición a la Asamblea Departamental, acompañada esta vez por la resolución Nº 22/80 del Concejo Municipal de Yarumal la cual apoyaba la petición de la junta briceñense Pro-municipio.
Finalmente, Briceño quedó erigida en Municipio el 26 de noviembre de 1980, mediante la ordenanza departamental Nº 27.
Actualmente, Briceño guarda todavía el recuerdo de los arrieros. Aún pasan las mulas, únicas capaces de retar los agrestes caminos, cargando sus productos agrícolas. En esta localidad es reconocido el trabajo del talabartero, del artesano, del campesino. El tiempo parece haberse detenido, tal vez, a admirar desde este mirador natural la exuberancia del paisaje antioqueño. Habitantes y turistas frecuentan las piscinas que se forman en áreas naturales, en especial los del Espíritu Santo, ubicados a apenas media hora del casco urbano.
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